Ayer mismo se dio por clausurada la 13ª edición de los Juegos Paralímpicos (los primeros tuvieron lugar en Roma, en 1960).
España, pese haber bajado 3 puestos en el medallero con respecto a los juegos de Atenas de 2004, acabó en el décimo puesto del medallero (58 medallas: 15 oros, 21 platas y 22 bronces), lo que nos mantiene en el "Top Ten" del ranking general desde su comienzo, con 176 metales.
Pero independientemente de estas clasificaciones, lo halagable de estos juegos es el coraje, espíritu de sacrificio y ganas de vivir que demuestran sus competidores. No son estrellas de élite con sueldos astronómicos. Son personas normales y corrientes que, bien por nacimiento, accidente o enfermedad, tienen sus facultades psíquicas o físicas mermadas. Sin embargo ahí están. Entrenando cada día "más rápido, más alto, más fuerte". Y casi sin apoyos.
Por eso desde aquí (y sin que ello signifique minusvalorar los éxitos de los deportistas de los "otros" juegos), dedicamos este post y todo nuestro cariño a estos hombres y mujeres que nos han demostrado que no hay nada imposible y la vida, hay que querer vivirla.
Enhamed Enhamed, nuestro abandarado y ganador de 4 oros en el Cubo de Agua (Phelps ganó 8, pero no es ciego, claro)
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