Comencemos con una cita bíblica: “porque el gran día (...) ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?” Apo. 6:15-17. Ahora nos vendría bien Javier Gallego gritando eso suyo de “¡El apocalipsis!”
Pero la cosa está en la pregunta, llegado el día ¿quién podrá sostenerse? ¿quién podrá mantenerse en pie, tal como es, sin fracasar, sin caer, sin joderla?
En el pasado sucedía que las señoras ricas sostenían familias pobres o pobres uniparentales. Y tenían su pobre de cabecera y lo mantenían para sentirse bien. Y el pobre, sostenido, podía llegar a prosperar, a ser algo, por el sostenimiento de la señora. Este hecho, de una infame realidad, es continuamente parodiado por la literatura desde Galdós hasta Mingote.
Pero no me refiero a ese tipo de mantenimiento material y real, a sostener un pobre o un semi pobre con dinero para que su vida flote. No, es un sostenimiento que va más allá, va al cariño, al sentimiento, a la patata.
Sucede que todos tenemos algo que nos sostiene. O alguien que lo hace sin más contrapartida que la propia de vivir y ser como es. Y muchos se valen de esa persona para sujetarse a su vida, para no caerse y fracasar y joderla del todo, que es, no lo olvidemos, a lo que tendemos.
Y tienen, esas gentes, alguien a quien llorar, alguien a quien llamar cuando lo malo (por qué siempre lo malo y nunca o casi nunca lo bueno) sucede. Y esa persona les sujeta en la vida. Porque llegado el gran día, sólo ella ha podido sostener a todos estos.
Otros, empero, se sostienen con su fe, con su esperanza, su escepticismo, su racionalidad, sus drogas, su alcohol, su música, con lo que pueda en un momento dado agarrarles un rato siquiera fuera de la vida para después volver a ella.
Pero queda pendiente la gran pregunta ¿quién sostiene a los que sostienen? ¿a quién se agarran ellos cuando tienen que llorar, cuando van a fracasar, cuando van a joderla?
2 comentarios:
Siempre hay alguien que se encarga de sostener a todo el mundo, y esa persona parece que nunca cae, es más que no tiene derecho a hacerlo, porque si esa persona cae ¿cómo voy a sostenerme yo?
Y es así como volvemos al egoísmo, a ese gran motor que por desgracia mueve el mundo.
A mi me sostienen mis piernas, pero hoy tengo agujetas asi que voy bastante jodido...........
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