Publicidad

domingo, abril 06, 2014

EL ODIO, LOS DUELISTAS


El odio es una motiviación distinta a la de la venganza. Aunque las dos están muy presentes en la ficción de todos los tiempos, el odio aparece con menos asiduidad, o está siempre cargado de venganza cuando motiva a los personajes a actuar.

La venganza motiva a Batman. Pero también a casi todas las historias de vaqueros, caballeros o mafiosos. La veganza, la justicia entendida de un modo propio y privativo y que sólo puede acabar con la muerte de quien causó el dolor, es tal vez la gran motivación de la ficción no amorosa.

Pero el odio, como sentimiento puro, es más difícil de encontrar. El Joker odia a la sociedad en general y quiere destruirla. Pero ese tipo de odio generalizado es muy común en la ficción y está tan difuminado que acaba por ser poco convincente y por verse centralizado en un personaje que encarné a esa sociedad y que ha provocado al otro ese sentimiento tan reconcentrado.

En Los duelistas Joseph Conrad explora esa idea del odio. Un encuentro casual acaba en un duelo que se repite y se repite por parte de los testarudos protagonistas, sobre todo por Feraud. El odio va aumentando hasta el convencimiento de que cualquiera de los dos no puede habitar en ese mundo si el otro también lo hace.

D'Hubert se ve arrastrado por ese odio en su vida cotidiana. Y cuando cree que ya se ha disuelto, que no volverá Feraud a molestarle con su inquina, este testarudo odiador vuelve a retarle, vuelve a molestarle y a trastocarle la vida, buscando además siempre los momentos importantes de la misma.

Explorar ese odio que se acaban teniendo uno al otro es un ejercicio de incredulidad por parte del lector, que ve como dos hombres que por separado podrían ser muy validos, que tienen tanto en común y tanto bueno a su favor, acaban por convertirse en marionetas de un sentimiento que los arrastra a acciones desaforadas y estúpidas.

El odio puede llegar a ser una gran motivación, todos lo sabemos, pero contarlo siempre ha sido mucho más difícil que contar su reverso luminoso, el amor.


No hay comentarios: