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miércoles, septiembre 23, 2009

CATAR

Nuestro trabajo como catadores nos tiene entusiasmados. Y no sólo a nosotros. La gente nos felicita por la calle. El jefe nos ha subido el sueldo. Los compañeros nos quieren. Es una pasada. Hemos afinado tanto que somos capaces de saber que cerveza ha sido envasada este mes y cual lo ha sido el mes pasado.
Esto nos ha llevado a una noticia estupenda. El rey nos quiere como catadores reales, para probar su comida antes que él y saber si está buena o no. Tenemos algunas reticencias, porque Felipe siempre ha sido republicano. Piensa que alguna vez podrá decir que algo está bueno y que sepa fatal sólo para fastidiar a la realeza.
A mí me encantaría hacerlo, pero me surge una duda muy grande, ¿El rey realmente necesita un catador? ¿Es por el sabor? ¿Tratan acaso de envenenarle? ¿Estamos ante un complot mundial para acabar con nuestro rey y no lo sabemos?
Al final creo que aceptaremos pero tenemos muchas dudas, como el hecho de que tengamos que seguir al rey a todas partes, porque el tío siempre está comiendo, que si pruebe estás rosquillitas que ha hecho mi abuela, que si majestad no va usted a probar mi guiso, que si esto que si lo otro, que digo yo como puede estar el tío tan delgado con todo lo que le obligaran a comer.

Así nos pasamos todo el día

2 comentarios:

enrique garcía dijo...

Me habéis quitado el puesto, cabrones. A ver quien le paga a mis niños este año los libros.

Julio Vegas dijo...

Yo quiero catar!