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viernes, marzo 05, 2010

PERCHERO

El blues del marido perchero fue muy fácil de componer. Me fui un día de compras. Como yo no tengo a nadie me voy de compras solo. Pasa que a veces me compro un montón de cosas que no me quedan bien, o que me quedan definitivamente mal. Pero a cambio me compro lo que quiero. ¿Qué voy hecho un adefesio? Pues sí, pero dado que ya soy feo de por sí, qué más da que vaya de una manera o de otra, si eso no tiene arreglo. ¿Qué nada de lo que tengo me sienta bien? No importa, nadie me mira y los o las que lo hacen no me miran con el interés apropiado.

Ese día vi las costumbres de las gentes a la hora de comprar. Vi que las gentes no compran, que sólo compra la mitad de la gente. En concreto la mitad femenina de la gente. El resto mira, se aburre o sobre todo sirve de perchero.

Porque, digamoslo ya, realmente tú no tienes un marido, tienes un perchero. Una cosa a la que colgarle las cosas que te molestan: el bolso, el abrigo, un paraguas, la chaqueta, las gafas de sol, la peluca, el zapato que te sobra, lo que te vas a quitar, lo que te vas a poner, todo en general y al fin y al cabo.

Así que de ahí nació el blues del perchero. Y creo que tiene mucho éxito. Porque es real como la vida mismo. Porque el cura debería decir, yo os declaro perchero y mujer.


Modelo california de marido

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