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domingo, marzo 01, 2009

LAS VIDAS DE RUBÉN BRAVO, siete

De todas las vidas de Rubén Bravo la más falsa era la que todos conocían o más conocían. Era la vida que él mismo propalaba, la que se inventaba para sí mismo y así modificar o encauzar lo que los demás sabían o decían o creían saber sobre él.
Hacía actuaciones memorables porque nadie sabía que eran realmente actuaciones, porque él mismo creía, creía que no sabía, que eran verdaderas. El resto, claro, no podía distinguir esa actuación de la realidad que se escondía debajo de todo.
Se inventaba a sí mismo, se creaba y se recreaba cada día. Desde todos los medios de que disponía iba creando una historia de sí mismo, una novela. La escribía día a día de la forma en que podía, donde podía.
Era un escritor de sí mismo, de su propia novela. En sus conversaciones, en sus pasos, en todo había un aire innegable de literatura, de falsedad, de ficción.
Llegó a crear una confusión inextricable entre personaje y persona, entre ficción y realidad. ¿Cuál era el cierto? ¿Cuál estaba contento? ¿Cuál era misántropo? ¿Quién estaba enamorado? ¿Quién no quería nadie?
Alimentaba esa confusión a sabiendas, con el pensamiento puesto en difuminar la realidad, en ser o parecer una cosa que no era ni parecía, en crear un yo inaccesible para nadie, un hombre aislado de la realidad y del mundo.
Nadie podía finalmente conocerle, nadie sabía jamás quién era qué quería, dónde estaba su corazón. Vivía entre medias, en ese territorio grisáceo que hay entre lo falso y lo cierto, donde lo cierto cada vez es más falso y lo falso es cada vez menos creíble.
De todas sus vidas esta era la más falsa. Y era la única que no vivía.

Perspectiva, vida

2 comentarios:

Selene dijo...

Acaso esta no es la que más se parece a la nuestra?
No creamos al personaje a medida?
En cada circunstancia, vestimos al actor que llevamos dentro para la ocasión, interpretamos dando registros que en la ficción, sería casi imposibles de asimilar, por la misma ficción en si.

Me ha gustado.
Un besote

noe dijo...

Lo sospechaba pero ahora lo tengo claro, eres un genio. Está serie es original, inquietante, sorprendente, llena de matices y sabiduría. Solo espero que esa novela qué es sin ser no se pierda en el olvido porque yo quiero leerla.