Dice Jaime Sabines en uno de sus poemas: “¿Es que vivimos sólo para recordar?” Lo que viene a ser una queja porque realmente nuestra vida no está en lo que hacemos sino en lo que recordamos, porque lo otro, lo que no se recuerda es como si realmente no hubiera existido.
No existe el futuro, demasiado aventurado y alejado, ni el presente, sólo un presente cercano que no deja de ser pasado inmediato. Es decir que sólo nos queda el pasado, el recuerdo que de él tenemos y que no es más que la verdadera conciencia de nuestra vida.
Aún así hoy quiero hablar también del olvido. Porque el olvido es necesario, tal vez imprescindible en nuestra vida. Olvidar lo malo, lo que nos hizo daño o simplemente lo que no nos gustó. Olvidar un viejo amor, un momento embarazoso, uno dramático. Por eso es necesario el olvido, para poder seguir viviendo, para continuar con nuestro presente y con nuestra esperanza que es lo más parecido que tenemos a un futuro.
El olvido, el fantástico olvido, y también el imposible olvido “en la vida hay amores que nunca pueden olvidarse, imborrables momentos que siempre guarda el corazón” dice la canción. Porque hay cosas de las que no podemos librarnos nunca y van pegadas a nosotros siempre, haciéndonos, completándonos y evitando, tal vez, que cometamos errores o haciendo precisamente que los volvamos a cometer porque ya lo hicimos y nos gustaron.
El olvido y el recuerdo siempre unidos en nosotros, permitiéndonos vivir, permitiendo que valoremos el presente y también nuestro pasado. Porque es muy divertido vivir en el pasado, en esos momentos divertidos y tiernos que vivimos y que recordamos con una sonrisa o una risa o qué sé yo. (Doy aquí las gracias a Joaquín Álvarez Barrientos, entre otros, por hacerme vivir tiempos fantásticos en el siglo XVIII).
Pero no vivir sólo el pasado, porque vivir siempre el pasado, una y otra vez aquel día que perdimos o incluso que ganamos, llega a ser aburrido. Vivir simplemente el ahora, porque de él nacerán los futuros recuerdos. Inolvidables o no.
Gracias pues al olvido y al recuerdo, por tantos momentos que recordamos y por los que hemos podido olvidar. Y gracias a José Antonio Muñoz Rojas y su Entre Otros Olvidos.
No existe el futuro, demasiado aventurado y alejado, ni el presente, sólo un presente cercano que no deja de ser pasado inmediato. Es decir que sólo nos queda el pasado, el recuerdo que de él tenemos y que no es más que la verdadera conciencia de nuestra vida.
Aún así hoy quiero hablar también del olvido. Porque el olvido es necesario, tal vez imprescindible en nuestra vida. Olvidar lo malo, lo que nos hizo daño o simplemente lo que no nos gustó. Olvidar un viejo amor, un momento embarazoso, uno dramático. Por eso es necesario el olvido, para poder seguir viviendo, para continuar con nuestro presente y con nuestra esperanza que es lo más parecido que tenemos a un futuro.
El olvido, el fantástico olvido, y también el imposible olvido “en la vida hay amores que nunca pueden olvidarse, imborrables momentos que siempre guarda el corazón” dice la canción. Porque hay cosas de las que no podemos librarnos nunca y van pegadas a nosotros siempre, haciéndonos, completándonos y evitando, tal vez, que cometamos errores o haciendo precisamente que los volvamos a cometer porque ya lo hicimos y nos gustaron.
El olvido y el recuerdo siempre unidos en nosotros, permitiéndonos vivir, permitiendo que valoremos el presente y también nuestro pasado. Porque es muy divertido vivir en el pasado, en esos momentos divertidos y tiernos que vivimos y que recordamos con una sonrisa o una risa o qué sé yo. (Doy aquí las gracias a Joaquín Álvarez Barrientos, entre otros, por hacerme vivir tiempos fantásticos en el siglo XVIII).
Pero no vivir sólo el pasado, porque vivir siempre el pasado, una y otra vez aquel día que perdimos o incluso que ganamos, llega a ser aburrido. Vivir simplemente el ahora, porque de él nacerán los futuros recuerdos. Inolvidables o no.
Gracias pues al olvido y al recuerdo, por tantos momentos que recordamos y por los que hemos podido olvidar. Y gracias a José Antonio Muñoz Rojas y su Entre Otros Olvidos.
7 comentarios:
Interesante cuestión, yo soy más de Carpe Diem, tal vez sea por la edad pero al fin y al cabo el pasado no existe y el futuro tampoco, lo úico que tenemos entre las manos es el mmento presente, vivmos en un presente continuo, y mientras lo hacemos no hay tiempo para recordar..eso lo dejaré para cuando sea viejesita y ya mi cuerpo no de para seguir viviendo pero mi mente si de para seguir recordando viejas hazañas. Creo que quien vive recordando se estanca.
También hay algo que siempre he epnsado que uno muere cuando deja de ser recordado.
Sobre el olvido, es una de esas barreras psicológicas tan prácticas, no hay nada como mandar allí a ese archivo todo cuanto duele, pero ojo! esto puede ser arma de doble filo, porque tal vez nuestro subconsciente nos juega una mala pasada y cierra la herida aun infectada y con los años corroe por dentro.
Os dejo algo que escribí sobre el olvido:
ME OLVIDÉ DE OLVIDAR
En súbitos pensamientos libero olvidos
desempolvados fotogramas
debieran ser féretros del pasado.
¿Acaso es posible exhumar el sótano de la memoria?
Serán tan sólo remembranzas recónditas
habitando silencios.
Ésta vez me olvidé de olvidar.
II
Ya no existen puntos suspensivos
ni por nombrar quedan comas,
me libero del paréntesis eterno.
Exclamo:
¡Se inmoló la voz ausente
encontrando el punto final!
-Olvido-
Gracias también al falso recuerdo, que a veces nos hace percibir el pasado de una forma totalmente diferente a como realmente ocurrió, pero que nos da fuerza para enfrentarlos al futuro.
Gracias a la vida que me ha dado tanto...
Pero siempre imprescindible, gracias a la gente que te hace recordar algo, y a los que te hacen olvidarlos, porque de ellos también se aprende.
a veces vivimos el pasado como presente para recordar viejos tiempos mejores, al menos eso me pasa a mi. La memoria selectiva funciona de maravilla para olvidar lo que queremos del pasado. El futuro siempre he creido que le decidimos sin saberlo con las acciones del presente. Y mientras pensamos en estas cosas, se nos escapan los segundos, asi que vaya jaleo.
no future
el kebran
y he de ponerme con el libro de SABINES
aún no he leido nada
A VECES ES MEJOR QUE AQUELLO QUE NO RECORDAMOS, O POR LO MENOS LO QUE NO QUEREMOS RECORDAR NO HAYA EXISTIDO.
EL PRESENTE EN EL QUE VIVIMOS ES REALMENTE EFÍMERO. SOLO ES PRESENTE EL MOMENTO QUE ESTA TRANSCURRIENDO Y CUANDO ACABA YA ES PASADO.
EL OLVIDO ES UNA BUENA MEDICINA PARA CURAR LO QUE NO NOS HA GUSTADO DE NUESTRA VIDA, PERO NO SIEMPRE FUNCIONA, NO SIEMPRE SE CONSIGUE OLVIDAR TODO LO QUE QUIERES...PERO CUANDO LO CONSIGUES, ALIVIA.
Recuerdos... Olvidos... Pues a mí se me ha olvidado una cosa y no veias que cabreo se ha pillado mi hermana.
Y luego dice que gracias a la gente por hacerte recordar cosas!
El olvido no es victoria
sobre el mal ni sobre nada
y si es la forma velada
de burlarse de la historia
para eso está la memoria
que se abre de par en par
en busca de algún lugar
que devuelva lo perdido
NO OLVIDA EL QUE FINGE OLVIDO
SINO EL QUE PUEDE OLVIDAR.
Mario Benedetti
Para mi los recuerdos y la memoria son muy importantes, pues triste seria que pasaras por la vida y todo el mundo se olvidará de tí.
Por algo mi blog es "El Rincón de la Memoria" besos
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