Y otra vez la espera. Esperando una vez más qué algo suceda, esperando que vuelva alguien, que alguien venga, esperando a alguien, a algo, el tiempo, la vida, la vida real y adulta y no la infantil que siempre está.
La espera y la ausencia siempre juntas. La espera de Penélope en la Odisea, esperando la restitución del héroe al hogar. Y la de la otra Penélope, la de Serrat (la del muelle de San Blas, la misma canción con otra voz). Mujeres que esperan, gentes que esperan.
“Como la ausencia es un cristal que no se empaña estoy viendo tus ojos cuando cierro los míos” dice Luis Rosales. La ausencia, la espera, la esperanza. La anticipación como llave de todo, de la espera. “You look to the morning with expectation Anticipation” dice Norah Jones en su canción Wait. “ I tell myself wait, Wait till the sun goes down, Wait and you’ll come around”
Y más aún, la espera como fuente de alegría, como en otro poema de Luis Rosales, llamado así La espera forma parte de la alegría. “Cuando vuelvas mis ojos estarán extenuados como si en estos meses dejativos y transeúntes nunca hubieran dejado de andar para mirarte. La ausencia pesa tanto que es necesario convertirla en espera…”
Y alargar esa espera. Esperar el momento de llamar un poco más, otro ratito porque si te llamo ahora dejaré antes de hablar contigo, te evaporarás antes, y dejarás de ser anticipación feliz, espera dulce y sonriente, voz tras el teléfono y serás sólo recuerdo y con el tiempo, felizmente, otra vez anticipación.
“Y ahora me encuentro ante tu puerta, para quedarme quieto, sin llamar, porque la dilación forma parte de la alegría” Y esperar con esa dulzura en los labios y en las piernas, esa sonrisa en los labios, esperar a que llegues, a que eso pase, sin más.
Esperar, porque esperar forma parte de la alegría de conseguir, es casi mejor que conseguir, por la anticipación (El mejor momento, mejor que la batalla, mejor que la victoria, el momento de la anticipación, también de Los Simpson) y la alegría de ver que se consigue lo anticipado.
Y aunque no se consiga.
(Las citas de Luis Rosales vienen de los poemas: Guardo luto por alguien a quien no he conocido y La espera forma parte la alegría, ambos del libro Diario de una resurrección. Espero, tras estos dos post desordenados, poner un poco de orden en mis palabras para los futuros.)
La espera y la ausencia siempre juntas. La espera de Penélope en la Odisea, esperando la restitución del héroe al hogar. Y la de la otra Penélope, la de Serrat (la del muelle de San Blas, la misma canción con otra voz). Mujeres que esperan, gentes que esperan.
“Como la ausencia es un cristal que no se empaña estoy viendo tus ojos cuando cierro los míos” dice Luis Rosales. La ausencia, la espera, la esperanza. La anticipación como llave de todo, de la espera. “You look to the morning with expectation Anticipation” dice Norah Jones en su canción Wait. “ I tell myself wait, Wait till the sun goes down, Wait and you’ll come around”
Y más aún, la espera como fuente de alegría, como en otro poema de Luis Rosales, llamado así La espera forma parte de la alegría. “Cuando vuelvas mis ojos estarán extenuados como si en estos meses dejativos y transeúntes nunca hubieran dejado de andar para mirarte. La ausencia pesa tanto que es necesario convertirla en espera…”
Y alargar esa espera. Esperar el momento de llamar un poco más, otro ratito porque si te llamo ahora dejaré antes de hablar contigo, te evaporarás antes, y dejarás de ser anticipación feliz, espera dulce y sonriente, voz tras el teléfono y serás sólo recuerdo y con el tiempo, felizmente, otra vez anticipación.
“Y ahora me encuentro ante tu puerta, para quedarme quieto, sin llamar, porque la dilación forma parte de la alegría” Y esperar con esa dulzura en los labios y en las piernas, esa sonrisa en los labios, esperar a que llegues, a que eso pase, sin más.
Esperar, porque esperar forma parte de la alegría de conseguir, es casi mejor que conseguir, por la anticipación (El mejor momento, mejor que la batalla, mejor que la victoria, el momento de la anticipación, también de Los Simpson) y la alegría de ver que se consigue lo anticipado.
Y aunque no se consiga.
(Las citas de Luis Rosales vienen de los poemas: Guardo luto por alguien a quien no he conocido y La espera forma parte la alegría, ambos del libro Diario de una resurrección. Espero, tras estos dos post desordenados, poner un poco de orden en mis palabras para los futuros.)
2 comentarios:
Esperar y esperar, pero a veces es tan buena la recompensa que mereció la pena esperar
Precioso post.
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