Terminamos hoy nuestra serie sobre el amor en las formas de expresión culturales con el único medio del que tengo cierto conocimiento y puedo hablar: el cine. Con suerte volveremos a hablar del amor en primavera. Y sin suerte el año que viene.
Desde el nacimiento del cine parece imprescindible incrustar una historia de amor en cualquier otra historia que quiera hacerse llegar al espectador. Ya antes del sonoro había un mito cinematográfico conocido por enamorar a las mujeres con sus ojos y sus muecas: Rodolfo Valentino. Valentino murió joven de un peritonitis, aunque su mayor inquietud antes de morir era una pregunta que le repetía al médico que le traía a mal traer por culpa de los comentarios del resto de hombres del mundo: “Doctor, ¿de verdad parezco un marica?”
Pero vayamos con las películas. En el cine de los 40 y los 50 casi cualquier película protagonizada por Cary Grant nos serviría como ejemplo de película con historia romántica, pero creo de todas ellas podemos destacar Historias de Filadelfia, junto a Katherine Hepburn y Jim Steward. Es una película que narra el reenamoriento de Grant y Hepburn, casados y divorciados y reencontrados ante la futura boda de ella con otro.
De otra Hepburn, Audrey es la siguiente película. My fair lady. Genial musical basado en la obra Pygmalion de Bernard Shaw. El partenere de Hepburn es Rex Harrison en el papel del cuadriculado doctor Henry Higgins. Es la historia del perfeccionamiento de una vendedora ambulante para que pueda alternar en la alta sociedad. Geniales canciones, divertidos diálogos y tierna historia de amor, con una característica especial: no hay un solo beso entre los protagonistas.
Un paso por otro musical, pero en este caso de dibujos animados, La Bella y la Bestia, tal vez la mejor película de la Disney en los últimos tiempos. Cuenta la historia archiconocida de los amores entre Bella y Bestia y la restitución de este en lo que siempre fue al darse a conocer realmente y dejar que Bella le amé. También divertidos diálogos, buena historia y fantásticas canciones. Si queréis más de esta película nuestro amigo el Lobo Estepario os puede dar datos e incluso cantaros alguna canción.
En el cine español destacar dos películas. Una es la mejor comedia romántica de nuestro cine: La vida en un hilo de Edgar Neville. Cuenta la historia de una viuda que imagina como sería su vida si hubiera cambiado una decisión. Tal vez se hubiera enamorado de otro y hubiera sido, en este caso sí, feliz. Genial película convertida después en obra teatral. La otra es Historia de un Beso de José Luis Garci. El cine de Garci, muy vituperado por la modernidad cultural de este país, tiene momentos de una brillantez espléndida, como bien puede verse en películas como Asignatura pendiente, El Crack o Las verdes praderas. En este caso Garci nos cuenta la historia de un escritor y sus amores con una mujer de clase alta. A la vez se nos narra la historia de amor entre su sobrino que ha venido a hacerse cargo de sus asuntos tras su muerte y la profesora del colegio del pueblo. Especial intensidad la escena final entre el sobrino y la profesora bajo la nieve.
Desde el nacimiento del cine parece imprescindible incrustar una historia de amor en cualquier otra historia que quiera hacerse llegar al espectador. Ya antes del sonoro había un mito cinematográfico conocido por enamorar a las mujeres con sus ojos y sus muecas: Rodolfo Valentino. Valentino murió joven de un peritonitis, aunque su mayor inquietud antes de morir era una pregunta que le repetía al médico que le traía a mal traer por culpa de los comentarios del resto de hombres del mundo: “Doctor, ¿de verdad parezco un marica?”
Pero vayamos con las películas. En el cine de los 40 y los 50 casi cualquier película protagonizada por Cary Grant nos serviría como ejemplo de película con historia romántica, pero creo de todas ellas podemos destacar Historias de Filadelfia, junto a Katherine Hepburn y Jim Steward. Es una película que narra el reenamoriento de Grant y Hepburn, casados y divorciados y reencontrados ante la futura boda de ella con otro.
De otra Hepburn, Audrey es la siguiente película. My fair lady. Genial musical basado en la obra Pygmalion de Bernard Shaw. El partenere de Hepburn es Rex Harrison en el papel del cuadriculado doctor Henry Higgins. Es la historia del perfeccionamiento de una vendedora ambulante para que pueda alternar en la alta sociedad. Geniales canciones, divertidos diálogos y tierna historia de amor, con una característica especial: no hay un solo beso entre los protagonistas.
Un paso por otro musical, pero en este caso de dibujos animados, La Bella y la Bestia, tal vez la mejor película de la Disney en los últimos tiempos. Cuenta la historia archiconocida de los amores entre Bella y Bestia y la restitución de este en lo que siempre fue al darse a conocer realmente y dejar que Bella le amé. También divertidos diálogos, buena historia y fantásticas canciones. Si queréis más de esta película nuestro amigo el Lobo Estepario os puede dar datos e incluso cantaros alguna canción.
En el cine español destacar dos películas. Una es la mejor comedia romántica de nuestro cine: La vida en un hilo de Edgar Neville. Cuenta la historia de una viuda que imagina como sería su vida si hubiera cambiado una decisión. Tal vez se hubiera enamorado de otro y hubiera sido, en este caso sí, feliz. Genial película convertida después en obra teatral. La otra es Historia de un Beso de José Luis Garci. El cine de Garci, muy vituperado por la modernidad cultural de este país, tiene momentos de una brillantez espléndida, como bien puede verse en películas como Asignatura pendiente, El Crack o Las verdes praderas. En este caso Garci nos cuenta la historia de un escritor y sus amores con una mujer de clase alta. A la vez se nos narra la historia de amor entre su sobrino que ha venido a hacerse cargo de sus asuntos tras su muerte y la profesora del colegio del pueblo. Especial intensidad la escena final entre el sobrino y la profesora bajo la nieve.
Y por fin se acabó la semana del amor, no más recomendaciones por ahora o al menos no relacionadas con el amor. Hasta la próxima.
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