Publicidad

domingo, octubre 26, 2014

UN CLÁSICO: DRÁCULA


Un clásico es aquella obra que después de muchos años se sigue leyendo, viendo o escuchando, se sigue entiendo y sigue de cierta forma produciendo, produciendo secuelas, ideas y cualquier otro tipo de ficciones u opiniones al respecto del primero, del clásico.

Así sucede con muchas y muchas obras que después de pasado el tiempo siguen, de cierta forma, vigentes. Eso pasa por ejemplo con la nueva versión del mito de Drácula, que viene a ser lo que ahora se conoce como una precuela.

Fuera del mito romántico que planteó Bram Stoker o del monstruo pernicioso que podemos ver en Nosferatu, tal vez su mejor versión cinematográfica, Drácula como mito literario y ficticio sigue produciendo versiones, opiniones, nuevas ficciones. Es un clásico absoluto.

¿Por qué la idea de un príncipe que se comporta de forma inhumana y que consigue la vida eterna a base de la sangre ajena permanece? Por la maestría de aquellos que nos han trasladado la historia desde el principio. La obra original, la de Stoker, no tuvo éxito en la vida de este y no fue hasta que pasó al teatro, ya muerto Stoker, cuando triunfó.

De características puramente románticas, igual que otro clásico del horror como es Frankenstein, Stoker plantea un amor imposible, un ambiente oscuro y mortuorio y muchas dosis de dolor, paisajes tétricos y dramatismo.

La novela aún es editada y leída, su legado produce y produce, Stoker no pudo verlo, pero al final su obra y con ella su persona se vio convertida en un clásico. 



No hay comentarios: