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lunes, junio 06, 2011

ENERGÍA

Entre este montón de malas noticias que nos acosan, siempre hay alguna buena. Resulta que mi tía ha muerto. Eso no es una buena noticia. La buena noticia es que aún habiendo muerto, se acerca por las tardes a hablar conmigo. Mi tía y yo siempre nos hemos llevado muy bien. Siempre me hablaba de sus cosas. Ahora me acompaña a todas partes y sigue hablándome de sus cosas.
El único problema es que se repite mucho, porque estando muerta no le pasan cosas nuevas. Eso sí, me da opinión de lo que está pasando ahora. Me dice qué es mejor para mí. Cuál es su opinión, qué ha pasado mientras no estaba. Total, lo normal.
A veces tengo que pedirle que me deje solo porque no es plan hacer algunas cosas delante de tu tía, pero por todo lo demás está muy bien. Somos dos siempre y todo es más fácil. Total, que no los pasamos muy bien y que ahora morirme no me da tanto miedo. Lo que no sé es a quién me apareceré yo.



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