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miércoles, junio 15, 2011

15 DE JUNIO

Agota el calor a la ciudad irritada. Tus píes siempre estaban fríos bajo las sábanas. Incluso ahora yo podría meter las piernas en tu cama, podría buscar tus píes bajo la sábana y los sentiría fríos buscando los míos para calentarse. Tus píes llevaban calcetines también en verano. La cama era una nevera bajo tus píes.

Pienso en el frío de tu piel mientras la mía se quema. El cuello y los brazos están enrojecidos, estropeados. Las venas se notan en mi piel quemada. El sudor mana incesantemente. Tu piel era fría. Tus píes eran fríos. Tus piernas se abrían a mí y yo entraba en ellas como en un sueño refrescante.

Recuerdo tu cuerpo en la ciudad irritada. Hoy todas las mujeres se parecen a ti. Todas tienen la textura que tú podrás tener allá donde estés. Mis píes te buscan hoy más que nunca. Están más calientes que nunca. Más quemados. Buscan el frío de tus píes invernales.

Agota el calor a la ciudad y yo corro más que nunca tras de ti. Las gentes son indiferentes, son iguales, hacen las mismas cosas, cometen los mismos pecados. Me quemo sin tu frío.