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lunes, noviembre 04, 2013

VIAJES NARRATIVOS: RUSIA DESDE DENTRO

Hace unas semanas dábamos un viaje por la Rusia literaria, pero era una Rusia vista desde fuera, por los ojos de europeos que miraban hacia el gigante que pertenece a la historia de Europa, pero que parece ajena a ella en tantas y tantas cosas. Ahora emprenderemos un viaje a Rusia vista por los ojos de los propios rusos.

En Doctor Zhivago Boris Pasternak hace un viaje por la Rusia de principios del siglo XX. Es más un viaje histórico que un viaje geográfico, aunque visita los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial, así como las principales plazas de la Revolución Rusa de 1917 y su consiguiente Guerra Civil. La Rusia que nacía y moría es la que describe Pasternak. Este trabajo, así como su labor como poeta le valió el Premio Nobel, pero por presiones políticas de la dictadura comunista hubo de renunciar al premio. Durante muchos años Pasternak vivió en un incomprensible exilio interior.

Anna Karenina o Guerra y Paz son las monumentales obras de León Tolstoi. Novelista realista, citado como uno de los grandes de la novela del gran siglo de la novela, el XIX. El realismo de la época, los tópicos y las luchas populares para surgir como fuerza importante en la sociedad son narradas y espoleadas por Tolstoi. Sus paisajes son sobre todo los urbanos de Moscú y San Petersburgo, capitales de la Rusia de la época, aunque en Los Cosacos, su obra se traslada a las estepas del Caúcaso para mostrar el estilo de vida de este pueblo.

A la par de Tolstoi está Dostoievsky. Gran narrador de la locura, Dostoievsky cuenta siempre con espacios opresores y con la excepcional forma de vivir de los rusos. Sus espacios son urbanos, espacios corrompidos por la continua presencia de seres humanos, espacios donde lo único que puede aflorar es la maldad y el crimen. En contraste el campo se presenta como un lugar donde el hombre puede reencontrarse, como le pasa al protagonista de Crimen y Castigo, que se reencuentra con Dios y la naturaleza para volver a ser un humano. Esferas opresivas donde los hombres ejercen de dictadores sobre los hombres, donde el frío y la sordidez lo pueden todo, donde las calles, los puentes, los ríos y los parques son enemigos del hombre, posibles muertes, donde salir del mundo superpoblado y maligno que le asfixia. Lo ruso que va con los rusos, hasta en Mónaco, espacio de El jugador. Una excepcional visión del ser humano oprimido por sí mismo (con El Doble como ejemplo máximo), por su propio ser que le lleva a la locura. Y un paseo por las calles y plazas de San Petersburgo, por sus ríos y sus calles nevadas. Un viaje al interior de Rusia desde la misma conciencia de Rusia.





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