Publicidad

miércoles, noviembre 27, 2013

KAFKA EN SUS CARTAS DE AMOR

La relación entre dos personas que se aman puede ser muy extraña. Durante siglos, las normas sociales marcaban la forma de actuar en cada caso, y decían que no era moral, ni bueno ni casi legal acercarse a la persona amada, mantener con ella un contacto personal diario. No digamos un contacto físico.

Por eso, ante la falta de otros medios de comunicación, el principal lazo de unión entre dos amantes eran las cartas. La relación epistoral de amantes del siglo XIX y principios del XX llenaría bibliotecas enteras. Leerlas da idea de cómo sería la relación entre dos personas que se aman y que tienen que atender a la vez a sus deseos y a sus deberes morales.

Muchos de esos espistolarios amorosos han sido publicados. Si pertenecían a personajes públicos o relacionados con la cultura o la literatura, que han guardado las cartas, estas acaban siempre en las prensas, en los libros, al alcance de todos.

La relación epistoral de Franz Kafka y su novia durante años ha sido publicada recientemente. Contiene más de 500 cartas llenas de reflexiones personales, de crítica a su trabajo y su persona, de crónica social y sobre todo de palabras de amor.

El de Kafka y Felice fue un amor turbulento. Prometidos durante años, rompieron ese compromiso en una ocasión y volvieron a renovarlo, aunque nunca llegaron a casarse. La vida de Kafka, plagada de temores y miedos, de enfermedad y de hipocondría, se ve reflejada en ese amor tortuoso, con arranques de violenta pasión y de indiferencia y ruptura.

Para Kafka, Felice era su salvación, la eliminación de su soledad, la identificación, al fin, con otro ser en este mundo. Pero poco a poco esa relación que siempre estuvo en la distancia, que nunca tuvo la cercanía, ni la posibilidad de saberse y conocerse, de vivirse íntimamente, fue terminándose, fue consumiéndose y debilitándose a la par que el propio escritor contraía su fatal enfermedad y quedaba más débil e incapaz.

Finalmente, esas cartas ahora reeditadas, nos muestran la vida personal y diaria de Kafka. Su forma de amar. Su vida diaria. Su personalidad con sus rasgos más acusados. Ahora, como curiosos vecinos, podemos asomarnos a esa vida, a ese amor y comprobar como escribía su amor uno de los grandes escritores del siglo XX.





No hay comentarios: