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jueves, septiembre 08, 2011

ENFERMERAS

El tiempo pasa y el verano también, pero el calor no se va, así que me he echado a la calle a cantar mis nuevas canciones. No son muy buenas. Pero la gente me paga. No sé si por callarme. Al rato de estar cantando se ha parado una chica embarazada delante de mí. Por lo visto el bebé le daba muchas patadas hasta que ha oído mi música.
Se ha quedado allí mucho rato, descansando, pero al rato tenía ganas de ir al baño. Como cuando se alejaba el niño daba patadas, he tenido que acompañarla cantando hasta la puerta del baño. Una vez ha salido ha resultado que estaba de parto y he tenido que ir con ella hasta el hospital, porque sin mí, por lo visto, los dolores eran horribles.
Después de quince horas de parto, muy plácidas eso sí, sobre todo para la madre, hemos quedado los tres ingresados en el hospital, la niña y la madre muy bien y yo con una afonía y un dolor de todo que no me tengo. Por suerte las enfermeras me están tratando de maravilla.




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