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domingo, diciembre 23, 2012

CUENTO Y NOVELA

El cuento lleva unos años como género fuerte e independiente en la narrativa española. Se publican colecciones variadas por diferentes criterios: temas, autores, nacionalidades, épocas; se publican colecciones que un autor ha querido fijar o recopilaciones de un autor alrededor de muchos años, sin más ligazón que el hecho de ser el autor el que los escribió.
Pero, ¿qué diferencia al cuento de la novela? Estrictamente hablando sólo hay una diferencia, la extensión. Un cuento es una novela de un extensión corta o muy corta. En principio no hay más diferencias, aunque es evidente que la limitación en la extensión provocará cambios que le diferencien de la novela.
Así, serán diferentes la estructura, el estilo y la pertinencia.
En cuanto a la estructura, contar una historia en cuatrocientas páginas no es lo mismo que contarla en cuarenta o en cuatro. No podrá albergar el cuento estructuras grandes o cambiantes, no podrán plantearse escenas y escenarios variados ni múltiples cambios temporales. De ahí que tantos cuentos se desarrollen en escenas únicas, en un espacio de tiempo limitado (muchas veces el tiempo real de la lectura) y con estructuras lineales.
Debido a su corta extensión todo lo que haya dentro de un cuento ha de ser pertinente, es decir, no puede incurrir en digresiones. Cada palabra estará calculada y será precisa, porque un exceso de palabras alargará la narración y la alejará del formato. La novela sin embargo permite más palabras y que estas no sean obligatorias, no sean pertinentes, no sean necesarias para la trama.
El estilo, el lenguaje, es el principal atractivo del cuento. El cuento ha sido materia de experimentación. Se puede probar en él un lenguaje excesivo, un estilo rupturista, porque su corta extensión no agobiará al lector si este es fallido. Contar una historia sin necesidad de verbos o sin necesidad de adjetivos, es algo que un novelista no puede permitirse. He ahí la principal ventaja del cuento, permite al autor utilizar un lenguaje diferente, impactante, lleno o vacío de elementos que una novela requeriría.
El cuento disfruta de cierta fortuna en el ambiente literario, e incluso en ocasiones en el editorial, y muchos autores lo cultivan con profusión y hasta como único material. Pero la preeminencia de la novela como género literario de nuestro tiempo es indudable.  




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