Publicidad

jueves, junio 17, 2010

HIPNOTIZADO

Pues eso que yo puse la mente en blanco. Y oía la voz del hipnotizador. Me tocó las muñecas. Y por lo visto eso era el gesto para hipnotizarme. Ahora serás una gallina dijo, y fui una gallina. Lo sé porque intenté comerme una piedra para hacer la digestión.

Luego ya no recuerdo más, pero por lo visto me estuvo preguntando por mi infancia. Y yo reconocí que sí, que estuve enamorado de una niña de 8 años que se llamaba Isabel, y antes de otra de 6 años que se llamaba Regina. Tuve que aclarar que por entonces yo tenía 8 y 6 años.

También conté el día que se me rompió el pantalón y llevé cruzada la pierna 12 paradas de metro. O el día que me confundieron con una chica. O el día que me confundieron con una chica. O el día que me confundieron con una chica. No me repito. Es que me ha pasado tres veces.

No sé qué más conté, no me quieren decir nada. Pero es probable que me hayan puesto una palabra clave, porque cada vez que alguien dice la palabra nevera yo voy a por una birra.


Constantinopla, otra vez

No hay comentarios: